El nadador (1968)

PISCINAS Y DERROTAS.

Tema admirable y punzante.
El protagonista surge de la nada, como ausente de la realidad, y decide recorrer, nadando, el camino a casa. Bajo la brillante superficie de su personalidad se observan detalles inquietantes. La "hazaña" deportiva se revelará como un calvario físico y moral.
Cuanto más se acerca al final del recorrido, más difícil será el contacto con las personas. Descubriremos al nadador como un hombre perdido que busca inútilmente los fantasmas de un pasado en el que ha sido superficial e hipócrita.
Antaño seductor y brillante, tiempo después, débil y masacrado por sus vecinos.
El protagonista ni siquiera puede mantener la ficción de su felicidad porque le arrancarán la máscara que oculta su vacío.
El nadador es un film que muestra la sensación de una espantosa derrota..
La piedad es excluida de los personajes, pero se halla en la forma misma del relato, sobre todo cuando la cámara aisla al personaje, se hunde en sus ojos y explora la lejanía de algunos de sus sueños imprecisos.

Burt Lancaster reunió las condiciones físicas y el talento necesarios para crear ese patético nadador marcado inexorablemente por el destino.